divendres, 2 de maig del 2008

EN DEFENSA DE CHACÓN (mujer, catalana y embarazada)

Qué estimulante: las ministras de Zapatero han despertado los más bajos instintos de lo más rancio del país. Personalmente, pasé del estupor y la indignación a la satisfacción: por fin se han quitado las máscaras. Los sastrecillos acobardados lanzaban pullitas a las modistillas de ZP, y al hacerlo el olor a moho y a viejo impregnaba el aire. El nombramiento de Carme Chacón como ministra de Defensa está generando reacciones de todo tipo, pero Chacón no será el primer catalán de origen que ocupe la cartera de Defensa, pues Narcís Serra fue el titular en 1982, cuando ganó las elecciones Felipe González. Como ella, tampoco había hecho el servicio militar, lo que pareció poco menos que un sacrilegio. En su día se contaban chascarrillos del tipo "para el ministro, el fusil se comprone de dos partes: el fu y el sil". Serra, con mucha mano izquierda, se ganó al ejército, iniciando una profunda renovación de las estructuras militares.Entre los militares destacan dos reacciones claramente contrapuestas. De un lado, una reacción que yo considero sensata viene de la Asociación Unificada de Militares Españoles que apoyan a la decisión de Zapatero. Otros más entusiastas son los de la Unión de Oficiales de la Guardia Civil, que consideran que Chacón "aportará aire fresco a la organización más enquistada del Estado". Al otro extremo, encontramos el comunicado emitido por la Asociación de Militares Españoles, que carga contra este nombramiento y le considera un menosprecio al ejército porque la nueva ministra es "mujer, catalana y está embarazada. "La barrabasada tiene tres partes. José Conde, presidente de le AME, tilda a Zapatero de "provocador" por nombrar a una catalana después de la quema de fotos del rey, es decir, confundiendo el culo con las témporas. Más miedo me da escuchar que una catalana no es la persona más adecuada "por lo que pueda pasar" cuando el Tribunal Constitucional resuelva el recurso contra el Estatuto. Además, dice que tampoco les gusta una mujer porque no conoce la carrera militar, ni le gusta que esté embarazada porque, según dice, un ministro debe estar rindiendo siempre al cien por ciento. Una vez más, tópicos y machismo, demostración de que una parte de la sociedad continúa considerando que hay trabajos de hombres.Yo veo lógico que el nombramiento de Chacón haya sorprendido, pero no que la derecha mediática haya puesto el grito en el cielo. A un ministro de Defensa hay que mirarle a los ojos, no a su barriga; hay que preguntarle por sus prioridades, no por cómo compaginará sus responsabilidades. Suscribo totalmente el contenido del artículo de opinión de Antonio Gutiérrez-Rubí en "Público" y recomiendo su libro "Políticas". Hace un par de días, en un programa de televisión propusiero como pregunta del día una que indignó hasta a la mismísima presentadora: "¿Veis bien que una mujer sea Ministra de Defensa?" y una contertulia dijo que lo que le sorprendería de verdad sería que una lagartija fuese Ministra, pero no una mujer, que es una persona (argumento impecable donde los haya). A todos estos sectores tan suspicaces respecto a la condición de mujer de la ministra deberíamos recordarles que Francia ha tenido hasta hace unos meses una Ministra de Defensa como Michèle Alliot Marie, que ahora ocupa la cartera de Interior, y que Michelle Bachelet, antes de ocupar la presidencia chilena, fue la responsable del ejército, sin importar demasiado que aquella milicia era en parte heredera de la del general Pinochet, que encarceló a su padre. Por el contrario, en Italia, los machotes tienen su público. Vean a un Berlusconi (ese macho sin complejos que comentó jocoso cómo había reñido a Zapatero por hacer un gobierno "demasiado rosa") recién elegido en las urnas que, a los 71 años y con la sonrisa congelada de tanto bótox, ejerce de decrépito Casanova: paternalista, mujeriego, chulesco, condescendiente, y con las espaldas bien guardadas por viejos conocidos como Bossi y Fini. ¿Sabes que te digo?, que bienvenidas sean las ministras de Zapatero: tiempo habrá de juzgarlas por su gestión. De momento, su efecto purgante ha sido, sencillamente, espectacular.